En un momento en el que la literatura infantil y, sobre todo, juvenil se centra casi en su totalidad en criaturas antaño abominables ahora convertidas en el hombre perfecto, da gusto encontrar autores que aún juegan con la imaginación y las aventuras; en mi opinión, lo más importante para que un lector joven quede atrapado por la literatura.
Uno de estos escritores es Brian Selznick, autor del libro que nos ocupa hoy, The Invention of Hugo Cabret. A pesar de sus dimensiones (creo que pasa de las quinientas páginas, algo que echará para atrás a muchos posibles jóvenes lectores), hay que darle una oportunidad por una razón: posee muchas ilustraciones; pero no son ilustraciones al uso, sino que el argumento depende de ellas tanto como de la narración y de las ocasionales fotografías que encontramos.
The Invention of Hugo Cabret está estructurada en dos partes: la primera relata la historia de Hugo, un niño de 12 años que vive en la estación parisina de Montparnasse en 1930; huérfano, trabaja como ayudante de su tío en el mantenimiento de los relojes de la estación. Su tío es un alcohólico que gasta todo su dinero en él, por lo que Hugo se ve obligado a robar para sobrevivir, y para conseguir reconstruir una vieja máquina que su padre, relojero, había encontrado abandonada y había arreglado justo antes de morir. Las piezas para esta máquina las consigue robando en un pequeño puesto de juguetes mecánicos que hay en la estación, hasta que el dueño de la tienda le atrapa, quitándole el cuaderno donde Hugo anota sus progresos con la máquina y obligándole a trabajar para él. Gracias a Isabelle, una niña que siempre ronda el puesto y resulta ser la ahijada del dueño, Hugo vivirá muchas aventuras para conseguir de nuevo su cuaderno, y reconstruir la máquina que ayudará a conocer su futuro.
La segunda parte resuelve el misterio de quién construyó la máquina y por qué, y esta revelación cambiará para siempre las vidas de Hugo, Isabelle y el dueño del puesto de juguetes. Y de los amantes del cine.
El argumento no deja de ser una historia de aventuras para niños, pero los mayores disfrutarán también con una ficción cargada de guiños a la historia del cine, ya que el dueño de la tienda de juguetes no es otro que Georges Méliès, mago ilusionista y pionero del cine fantástico. Además, encontramos referencias a René Clair y su Paris Dormido, a las Silly Symphonies de Disney y, por supuesto, al Viaje a la Luna.
En resumen, The Invention of Hugo Cabret es uno de esos libros que hacen que los mayores disfrutemos como niños. Además, la edición está muy cuidada y las ilustraciones y fotografías son una maravilla. Muy recomendable tanto para pequeños como para grandes soñadores.
PD: Os dejo con la Silly Symphony de Disney citada en el libro. No he podido evitarlo.
The Invention of Hugo Cabret. Brian Selznick, 2007.
Scholastic Press, 2007. 533 páginas.